Estoy intentando conocerme, estoy en un gran tren que avanza con fuerza, en el lomo de una bestia que tiene una vida por si misma, donde no soy nada. Ahí me cuesta reconocerme, la inercia es tan seductora que simplemente entras en el torbellino. Actúo y avanzo por instinto, mi mente es incapaz de entender la totalidad de la tormenta donde el caos es la esencia misma del orden impuesto. ¿Has visto andar a los Lobos por los bosques? ¿Te conoces caminando por una ciudad desconocida?
Lo único que me ata es la soga que me imposibilita volar, volar porque ahí en lo alto no existe nada mas que tu… el encuentro del todo con la nada, pues tu eres nada ahí donde te reconoces con el todo. Esta bestia ansiosa de emprender el vuelo y soñar hasta lo mas alto no se siente parte de su bosque magnifico, pues la nada contra nada se puede diferenciar… ahí estas solo entre ti mismo.
Lo escribo pues siento dejarlo claro; que a pesar de desear quizás de manera lujuriosa la idea de la paz y la unión sobre la guerra, sobre hacerme visible frente a los obfuscados, de ser la mas brillante estrella de vida en el limbo de existencia que es el ser yo aquí, y perpetuar el fuego del cual cargo… ahora, no se donde inicie pero tampoco siento que sea el final. Siento que hay mucha leña que quemar, que hay muchos dolores que aguantar.
Espero no cargar con deudas pues vivo al día, vivo tan solo pues así comenzó mi ensueño.
Las 8 del 10 de Septiembre del 2016
-De mi alterada mente para todos-
Yo 